LOVG

Guapa

Al igual que un gas invade un laberinto la nostalgia se hizo con mi corazón y auqnue a pares tengo ojos, tengo oídos sin ti pierden sentido, el sonido y el color.No me quito el vicio de esperarte en casa, apoyando mi cabeza en el cristal y cuando empaño de un suspiro la ventana dibujo un tres en raya, que vuelvo a empatar. Si algún día nos cruzamos, no respondas ni hagas caso a los subtítulos que bajo mi sonrisa sabes ver. Yo te diré que voy tirando negaré que estoy llorando fingiré que el tiempo todo lo curó. No consigo hacer nada sin darme cuenta es el precio de aprender a no llorar y es que aunque a veces nada indique que compensa yo me niego a dar la vuelta y hacerme menor de edad. Si algún día nos cruzamos, no respondas ni hagas caso a los subtitulos que bajo mi sonrisa sabes ver. Yo te dire que voy tirando negaré que estoy llorando fingiré que el tiempo todo lo curó. Y en realidad nunca te olvido eres mi único camino y tu sonrisa un buen motivo para ser el bien mejor! Y aunque te cuenten que me vieron de princesa en algun cuento no hace falta que te diga que tan sólo cuentos son.

... leyendo el cardiograma del alma

V.O.S. (Versión Original Subtitulada) habla de la capacidad de leer los movimientos interiores de otra persona. En la canción se plantea el encuentro entre dos viejos amantes que, más allá de las apariencias y de las frases de conveniencia, saben que hay afecto entre ambos pero siguen cada cuál su camino. Es una canción muy bonita porque los viejos amigos se respetan y siguen con sus vidas aunque todavía hay un volcán de afectividad latente que no se deja ver pero se siente.El texto siguiente habla de un encuentro de características semejantes. Se trata del encuentro narrado en el diario de Etty Hillesum (Amsterdam 1941 - Auschwitz 1943) entre ella misma y un viejo amante de la juventud. ¿Has tenido alguna experiencia semejante?, ¿Crees que es posible tener la máxima libertad cuando hay la máxima confianza?

Un encuentro en V.O.S.

"Jueves, 12 de Marzo, once y media de la noche. Qué belleza, Max, qué inexpresable belleza la que había en esa taza de café, en ese mal cigarrillo, en el paseo que dimos, cogidos del brazo, por la ciudad sumergida en la oscuridad del black-out ( apagado del alumbrado público decretado por las autoridades militares), y simplemente el hecho de ser dos y de caminar juntos. Qué estraño y singular encontrarían, los que conocieran nuestra historia, este encuentro por puro placer, sin razón, simplemente porque Max tiene proyectos de matrimonio y quiere consultarme, a mí precisamente. ¿No resulta chusco? Era tan hermoso volver a ver un amigo de mi juventud y compararlo con mi propia madurez, una madurez acrecentada. (...)Antes de dejarme, dirigió hacia mi rostro el haz de luz de la pequeña linterna, sonrió levemente, sacudió la cabeza en señal de reconocimiento y dijo con un tono convencido: "Sí, eres tú". A continuación, nuestras mejillas se rozaron con una mezcla de torpeza y larga intimidad, y nos marchamos cada uno por su lado. Sí, fué en verdad de una belleza inexpresable. Y por muy paradójico que pueda parecer, fue seguramente nuestro primer cara a cara verdaderamente bien logrado. Mientras paseábamos, me dijo de pronto: "Pienso que algún día, dentro de unos cuantos años, podremos llegar a ser amigos de verdad". Así pues, nada se pierde. La gente vuelve a nosotros, y en el fondo de nosotros mismos seguimos viviendo con ellos hasta que vuelven a unirse con nosotros algunos años más tarde." (Paul Lebeau, "Etty Hillesum", Edit. Sal Terrae, pag 55)